De cara al tratamiento correcto, es importante determinar si el tumor ha llegado o no a los ganglios axilares, pues de esto va a depender la elección de este y la posibilidad de evitar una cirugía innecesaria y, para ello, se utiliza el estudio del ganglio centinela, un importante avance en la cirugía conservadora.
Este consiste, según ha destacado la investigadora y experta en cirugía de la mama del Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Estados Unidos, Mónica Morrow, en el “estudio del primer ganglio axilar al que se extendería el tumor de mama en su progresión al resto del organismo, lo que ayuda al comité de tumores a elegir de forma más acertada la aproximación terapéutica de cada paciente concreto, pues esta no depende de un solo especialista”.
Incluso, aunque el ganglio centinela esté afectado, no siempre es necesario quitar todos los ganglios de la axila, pues “ya hay estudios recientes que han demostrado que la presencia de células cancerígenas en uno o dos ganglios centinelas no hace necesario extirpar todos los ganglios, debido a que no se traduce en una mejora de la supervivencia y el riesgo de recaída es muy bajo”, ha añadido la doctora Morrow.