La Dra. Julia Giménez, jefa clínica de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, recordó que teniendo en cuenta que la cirugía en el tratamiento del tumor de mama sigue siendo muy utilizada y existiendo estudios realizados desde hace 30 años por los que se sabe que las estrategias conservadoras y no invasivas en quirófano, no se traducen en una pérdida de seguridad para la paciente. De forma que se puede confirmar con la cirugía conservadora de axila no infiltrada en ganglios es de un 60%.

Asimismo recordó que los tlos tumores de mama son los más prevalentes e incidentes entre el conjunto de las mujeres. En este punto La Dra Giménez Climent, hablo de un paquete de tratamiento conservador, que incluye cirugía de mama y axila más radioterapia. Si, aun así resulta imprescindible la mastectomía, Giménez argumentó que es necesario que el equipo terapéutico y paciente hablen de la reconstrucción mamaria, antes incluso de la intervención. En esas reuniones explicatorias, los clínicos deben informar a la interesada que se pueden utilizar tres técnicas: utilizar implantes mamarios, recurrir a colgajos autólogos de la propia paciente, o combinar las dos posibilidades. Sin olvidar comentar que la reconstrucción de mama se puede hacer inmediatamente después de mastectomía o en una operación posterior. Siendo necesario en todos los casos contar con cirugía oncoplástica.

La doctora Giménez dejó claro que las recaídas se deben a la biología concreta de los tumores que recidivan y no porque se haya realizado una cirugía no agresiva. Este problema, se debe a que nunca es posible extirpar todo el tejido glandular y basta una célula epitelial superviviente a la intervención para que el tumor pueda rebrotar.

La doctora Giménez dejó claro que las recaídas se deben a la biología concreta de los tumores que recidivan y no porque se haya realizado una cirugía no agresiva. Este problema, se debe a que nunca es posible extirpar todo el tejido glandular y basta una célula epitelial superviviente a la intervención para que el tumor pueda rebrotar.

En el contexto anterior, Giménez habló de una técnica laparoscópica, la Salpingooforectomía bilateral por su capacidad para ofrecer un 40-50% de reducción en la mortalidad, al extraer útero, ovarios y trompas de falopio, en tratamiento complementario al de mama. Por otro lado, y sin salir del quirófano, la ponente habló de la cirugía de reducción de riesgo, también para mujeres de alto riesgo hereditario de contraer cáncer de mama y/u ovario, o en aquellas mujeres que presenten historial histológico propenso a la malignidad. En estos casos, que la doctora situó en un 5-10% del total de las mujeres, consideró que dichas intervenciones de reducción de riesgo, descartó la expresión «cirugía profiláctica», permiten hablar de un 90-95% de eliminación de dicho riesgo oncológico.

Finalmente, y en relación al cribado mamográfico, Giménez se mostró partidaria de un screening selectivo, como vía adecuada a tener más diagnósticos precoces. Por ello puso como ejemplo el que efectúa el servicio de salud de Navarra donde, tras entrevistar a la mujer, se le remite a unidades de consejo genético. A lo que añadió que el cribado se realiza a partir de los 45 años en la Comunidad Valenciana, por lo que sería conveniente unificar los criterios preventivos en todas las CCAA, según confirmó.

Fuente: immedicohospitalario