Antiguamente, el cáncer de mama se trataba como una sola enfermedad, pero se ha descubierto que en realidad existen muchos tipos de cáncer de mama, que deberían tratarse de forma diferente
Desde este conocimiento, y de la información que los patólogos nos dan en el estudio del tumor, se puede clasificar al cáncer de mama en tres tipos según expresen o no ciertos receptores. Los receptores son un tipo de proteína que se encuentra en la membrana de las células. A ellos se unen diferentes moléculas que llegan hasta las células tumorales a través de la sangre, y que son las responsables de activar o no funciones en la célula como el crecimiento o la proliferación.
De forma general, podemos hablar de tres tipos distintos de cáncer de mama según sean los receptores de las células tumorales:
- Tumores con receptores hormonales: captan las hormonas femeninas existentes en la sangre, los estrógenos sobre todo, y estimulan el crecimiento de las células tumorales. Aproximadamente entre un 60-70% de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tienen receptores hormonales positivos. Las pacientes con receptores hormonales positivos pueden presentar adicionalmente un exceso de receptores HER2 (HER2+) pero la gran mayoría de ellas será HER2 negativa.
- Tumores con exceso de receptores HER2: son los llamados HER2+. En torno al 20% de mujeres diagnosticadas de cáncer de mama presenta esta alteración en el gen llamado HER2, que se traduce en la sobreexpresión de la proteína o receptor HER2 en la superficie de las células tumorales, provocando un crecimiento descontrolado de las mismas. La proteína HER2 envía señales a los centros de control de las células indicándoles que crezcan y se dividan, por lo que una cantidad excesiva de HER2 puede hacer que el cáncer sea más agresivo. Si no se trata, el cáncer HER2 positivo tiende a empeorar con más rapidez que el cáncer HER2 negativo.
- Tumores llamados Triples Negativos: no presentan ni receptores hormonales en la superficie de las células tumorales ni tienen HER2 en el número suficiente para estimular su crecimiento. Son un tipo de cáncer de mama con un crecimiento muy rápido, y es esta misma condición la que le hace más sensible a la quimioterapia.
El 80% de los tumores de mama son HER2-negativo y de ellos un 40% presenta criterios de agresividad. Por ello, 88 oncólogos españoles han contribuido a establecer la definición del “Cáncer de mama HER2-negativo agresivo” ya elaborar un documento titulado “Consenso sobre cáncer de mama agresivo HER2 negativo en primera línea de quimioterapia” que se presentó en el Simposio de SEOM de 2014.
Aunque no existe ningún parámetro que indique por sí solo, ni de una forma segura, que un cáncer de mama metastásico HER2 negativo vaya a evolucionar de una forma agresiva, existen características que sí permiten evidenciar que se pueda tratar de enfermedad agresiva.
Estos indicios son los siguientes:
- La localización de múltiples metástasis en determinados órganos esenciales (como el cerebro o el hígado) y/o que afecten determinadas funciones vitales críticas (neurológica, respiratoria, cardíaca, hepática o medular –producción de células sanguíneas–).
- Que el cáncer de mama haya recaído (o reaparecido) en los dos primeros años tras la intervención quirúrgica, o incluso que empeore durante el tratamiento quimioterápico.
- Los “triple negativos”, llamados así porque sus células tumorales no presentan receptores hormonales, ni el receptor HER2 y que también suelen crecer rápidamente.
- La rápida sucesión de síntomas clínicos o un rápido deterioro del estado general de la paciente.
El tipo de tratamiento y el objetivo terapéutico para una paciente con enfermedad agresiva es diferente al que se tiene en cuenta para el resto de pacientes, ya que se necesita un control más rápido de la enfermedad. Por ello, el oncólogo debe diseñar el mejor tratamiento posible adaptado a cada paciente en particular, en base a las características biológicas y genéticas del tumor, lo que permite conocer la mayor o menor sensibilidad a los diferentes tipos de tratamiento.
En este sentido, aunque la quimioterapia es la opción de tratamiento más eficaz en el cáncer de mama agresivo HER2 negativo, la elección del tratamiento de las pacientes dependerá de numerosos factores, como el uso previo de quimioterapia en otras fases más precoces de la enfermedad, gravedad de los síntomas derivados de la enfermedad agresiva, el estado general de la paciente, coexistencia de otras enfermedades, preferencias de la paciente, etcétera. Además, dependiendo del subtipo de tumor, el tratamiento elegido podrá combinarse con otros tipos de tratamiento más específicos (como los tratamientos biológicos o tratamientos dirigidos) que podrán potenciar su efecto antitumoral.
Fuente: Roche pacientes