Con motivo de la celebración el 4 de febrero del Día Mundial contra el Cáncer, varios medios de comunicación entrevistaron a la Dra. Isabel Rubio, ex presidenta de AECIMA y miembro fundadora de la Asociación. A continuación recogemos extractos de las entrevistas que versan sobre los últimos avances en cirugía conservadora de la mama y oncoplástica. La Dra. Rubio, una de las especialistas más reconocidas en España en el campo de la cirugía oncológica de la mama, habla desde la experiencia cuando afirma que «cuanto menos invasiva y más conservadora sea esta cirugía de mama, manteniendo los resultados oncológicos y estéticos, la paciente tendrá menos efectos secundarios a lo largo de la vida».
La Dra. Rubio, responsable de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital del Vall d’Hebron de Barcelona y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Cirujanos de la Mama (AECIMA), defiende la cirugía conservadora de mama, especialmente en los estadios iniciales del cáncer de mama. «Se ha demostrado que la cirugía conservadora de mama tiene unos resultados excelentes no solo oncológicos sino también estéticos» y recuerda que «en las pacientes en las que la enfermedad se detecta en fases muy precoces ofrece una mayor supervivencia que la mastectomía». La cirujana del Vall d’Hebron cree que uno de los retos de la cirugía oncológica mamaria es «intentar que las pacientes tengan el tratamiento adecuado, es decir, no sobretratar pero tampoco infratratar».
Frente al “quítemelo todo” para conjurar la reaparición de un cáncer de mama, posición que va en aumento entre pacientes jóvenes de alto nivel adquisitivo en Estados Unidos, una investigación holandesa muestra unas cifras contundentes: la cirugía conservadora, la extracción del tumor con márgenes de tejido libre de cáncer, tiene en un grupo de mujeres mejores resultados de supervivencia que la mastectomía, la extirpación total de la mama. La investigación presentada en el congreso de la Organización Europa del Cáncer (ECCO) el pasado fin de semana en Amsterdam ha encontrado que en mujeres de más de 50 años con un tumor en estadios iniciales que no necesitaron quimioterapia, el riesgo de muerte se reducía un 25% entre las que se hicieron cirugía conservadora. En las más jóvenes no se apreciaron diferencias.
Cirugía conservadora de mama frente a mastectomía
El dato se obtuvo del análisis retrospectivo de 130.000 pacientes holandesas tratadas entre 1990 y 2005 y entre 2006 y 2012 que han llevado a cabo varios equipos, entre ellos investigadores del Erasmus MC Cancer Institut de Rotterdam, sobre el registro de tumores holandés. “Y es un hallazgo importante para asegurar a las pacientes que esta es una buena opción, que la mastectomía sólo hay que hacerla cuando está indicado, porque es una cirugía con más complicaciones, y para explicar que no por extirpar preventivamente la otra mama se evita el riesgo de metástasis”, explica la responsable de la Unidad de Patología Mamaria de Vall d’Hebron, la cirujana Isabel Rubio y miembro de la Asociación Española de Cirujanos de la Mama (AECIMA).
Asimismo, la Dra. Rubio indica que tiene que quedar claro que esto no significa que la mastectomía no siga siendo una buena cirugía en determinados casos y que en la mayor parte de los subgrupos de cáncer de mama tienen igual supervivencia que la cirugía conservadora. Esta entrada viene a mostrar que cuando hay opción entre cirugía conservadora y mastectomía, la idea de que con la mastectomía un paciente va a tener mejor resultados oncológicos, no es cierta.
“Pero la demanda de esta solución quirúrgica ha crecido mucho más allá, hasta un 10% o 15% en los últimos años, aunque no en Europa, y los pacientes deben saber que la cirugía conservadora es segura y tiene muy buenos resultados, incluso mejores, en algunos casos que la mastectomía: tiene menos efectos secundarios, la recuperación es mucho más rápida y en los hospitales hay profesionales suficientemente preparados como para conseguir un buen resultado estético”, insiste la Dra. Rubio.
Pero también hace una advertencia: “No se puede poner en manos de cualquiera. Las mujeres diagnosticadas tienen que decir qué quieren, y discutirlo con el equipo, plantear dudas y planificar la intervención”, explica. “Porque no se trata de una urgencia en la que hay que anteponer la seguridad a la elección, porque un cáncer de mama no cambia en un mes y no hay que correr para operarse al día siguiente. Es un tratamiento que hay que estudiar porque el orden en que se haga el tratamiento farmacológico, la cirugía y la radioterapia, si hacen falta todos, puede cambiar el pronóstico”.
La Dra. Rubio anima a las pacientes a exigir esa discusión, también a planificar la reconstrucción en el momento o no, y si hay dudas, acudir a una asociación de pacientes para que le proporcionen las unidades multidisciplinares que hay próximas. “Y acostumbrarnos a pedir una segunda opinión”.
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