Según la AECC (Asociación Española contra el cáncer) cada año se detectan en nuestro país 26.000 casos de cáncer de mama, casi el 30% de todos los tumores del sexo femenino. Pero también la AECC es positiva, pues los últimos datos indican que la supervivencia por este tumor se incrementa en un 1,4% anualmente, en parte a que cada año se multiplica la información sobre la importancia del diagnóstico precoz. Un equipo de investigaciones de la Universidad Nacional de Colombia (UN) está trabajando para desarrollar un sujetador que sea capaz de detectar el cáncer de mama y ayudar en esa precoz prevención.
Aproximadamente una de cada ocho mujeres de nuestro país sufrirá esta enfermedad a lo largo de su vida según la AECC. Pero los especialistas insisten: el diagnóstico precoz es la mejor herramienta para hacerle frente. Cuando el tumor se detecta en estas etapas precoces es posible aplicar tratamientos menos agresivos, que dejan menos secuelas físicas y psicológicas en la mujer.
Precisamente, para ayudar en esta prevención precoz, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Colombia está trabajando en un diseño de sujetador que ayudará a detectar el cáncer al determinar la diferencia de temperatura en ambos senos, causada por la presencia de células anómalas. Se trata de un prototipo que se está testando en el laboratorio y que según el comunicado oficial de la UN pretende innovar en la prevención de esta terrible enfermedad, sobre todo porque un diagnóstico tardío suele significar una complicación del tratamiento y reducir las probabilidad de éxito.
Este prototipo funciona con un software que registra, a través de dos sensores infrarrojos, la temperatura de cada seno, algo fundamental para detectar posibles células anómalas. “Cuando hay presencia de células ajenas a glándulas mamarias, el cuerpo requiere más circulación y flujo de sangre en la parte específica donde se encuentran las células invasivas, por ello la temperatura de este órgano aumenta”, explica la estudiante María Camila Cortés Arcila, una de las participantes de este proyecto.
Los responsables son alumnos y profesores de Ingeniería Electrónica de la UN, en Manizales, y desde el pasado mes de junio están testando este sujetador con 189 voluntarias, de las cuales 166 estaban sanas, 12 presentaban alguna patología diferente al cáncer, cuatro lo habían sufrido y siete habían sido sometidas a una masectomía. El objetivo de este equipo de trabajo no es «reemplazar el oficio de médico» sino colaborar en la prevención del cáncer de mamá y aportar una herramienta que pueda ser asequible para cualquier mujer.
El sujetador es capaz de prever cambios de temperatura en los pechos de las mujeres. Las células anómalas provocan una mayor irrigación de sangre en la zona, por lo que ésta puede ser detectada por el sujetador. El sujetador lleva incorporada una señal luminosa que indica si esta mujer tiene que visitar a su médico. Esto no significa que el sujetador puede sustituir las revisiones periódicas que se tienen que hacer, pero podría ser de gran utilidad en la lucha contra esta enfermedad.
De momento se trata sólo de un prototipo, pero estamos a la espera de que el producto se pueda desarrollar por completo y se comercialice.
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