dr duran medicina integrativa

El Dr. Juan Carlos Durán es responsable de la Unidad de Medicina Integrativa del Hospital San Roque de Las Palmas de Gran Canaria. Hablamos con él sobre la Medicina Integrativa, una disciplina que combina la medicina convencional con terapias complementarias de probada eficacia científica, teniendo como eje central al paciente en su totalidad, abarcando todos sus aspectos: hábitos de vida no saludables, factores psicoemocionales no resueltos, alimentación, entre otros. 

¿Con qué técnicas «alternativas» trabaja con sus pacientes de cáncer de mama?

La palabra “alternativa” no es un término adecuado ya que no incluye sino que excluye, y nosotros, por el contrario, completamos los tratamientos convencionales, en este caso la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia.

Luego haber establecido el plan terapéutico especialmente diseñado para cada paciente, comenzamos en forma simultánea a trabajar la nutrición, el ejercicio físico, la adecuada gestión de las emociones y la psicooncología al servicio de la paciente y su entorno familiar.

El control del estrés es otro de los pilares fundamentales de nuestra intervención que merece un apartado especial y lo llevamos a cabo con diferentes métodos o técnicas mente-cuerpo que se adecuan a cada paciente, que incluyen: la meditación, yoga, taichi, arteterapia, musicoterapia y coherencia cardiaca.

Por otra parte, el masaje terapéutico aporta mucho en las mujeres con cáncer de mama al contribuir en la disminución del estrés, aumentar la relajación, disminuir el dolor, la ansiedad y las náuseas, aumentar la liberación de oxitocina,  disminuir el cortisol circulante, estimular el sistema inmune elevando los natural killers, entre los beneficios más destacados. Antiguamente se creía que el masaje estimulaba la propagación del cáncer; en este sentido, en la página oficial del M.D. Anderson podemos ver los argumentos científicos que terminan con dicho mito (Masaje Oncológico – MD Anderson Cancer Center).

El factor psicológico y personal tiene una influencia directa en una mayor o menor capacidad de recuperación de las pacientes…

Para nuestro equipo el factor psicológico es uno de los pilares fundamentales en el proceso de recuperación de la paciente donde tenemos muy en cuenta su historia personal, su entorno psicobiosocial, sus habilidades sociales y su inteligencia emocional. Con todos estos elementos, valoramos los recursos propios del paciente y diseñamos un plan de salud personalizado, donde hacemos hincapié en todos los factores anteriormente mencionados. De esta manera nos centramos en desarrollar nuevas estrategias y herramientas para afrontar tanto el reto que significa para la paciente el hecho pasar por la experiencia del cáncer de mama, como para establecer hábitos saludables que le permita hacer una prevención secundaria que incluya la posible recidiva de la enfermedad y la aparición de nuevos cánceres.

La comunidad médica históricamente ha sido reacia a aceptar como válidas las terapias alternativas, ¿qué respuesta recibe de sus colegas?

Esa resistencia es absolutamente normal porque por un lado, hay un número considerable de individuos de dudosa formación que solamente se aprovechan de la situación, aunque dentro de ese grupo hay quienes realmente creen en lo que hacen o prescriben, aún teniendo un inexistente rigor de investigación sistematizada. Por otro lado, la mayoría de los especialistas apenas tienen tiempo para revisar la enorme cantidad de información que cada día se publica en las diferentes especialidades médicas. Eso, sumado a la intensa carga asistencial que los médicos llevan a cabo en sus respectivos puestos de trabajo.

Cuando comenzamos con nuestro proyecto, conocíamos perfectamente esta situación y por eso apostamos a la difusión de la medicina integrativa dirigiendo todos nuestros esfuerzos al público en general y en especial a los pacientes y sus familiares. Afortunadamente la respuesta de la gente es maravillosa. Baste con recordar el éxito que tuvo nuestra última convocatoria en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria donde asistieron 530 personas, dentro de las cuales hubo un pequeño pero cada vez más creciente número de profesionales sanitarios. El encuentro se tituló “Nutrición Emociones y Cáncer”, contando como ponentes a Odile Fernández y Karmelo Vizkarra, miembros ambos de Terapia Integrativa (http://www.terapiaintegrativa.org/). (Canal de Youtube).

En relación a qué respuesta tenemos por parte de los colegas, en general es distante, pero a medida que ven que sus pacientes están más activos, con menos ansiedad, con una actitud más positiva hacia la enfermedad, que toleran mejor los tratamientos, que descansan mejor y consumen menos fármacos, van mostrando más interés y colaboración hacia nuestro trabajo.

Esto es solo cuestión de tiempo y de seguir en esta línea, que no es más que la tendencia mundial de la medicina moderna, que mira más a la persona como un todo y no como un modelo biomecánico.

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¿Cómo se intereso por estas disciplinas?

Me gradué como médico en 1984 y mi formación, como la de tantos colegas, respondía a ese modelo mecanicista y por aquellos años me encontraba muy lejos de mi actual visión de la medicina (Vídeo). Pero la vida me sorprendió con tener que afrontar mi propio cáncer cuando tenía 35 años. Y si bien no soy oncólogo, les puedo asegurar que una cosa es ver el cáncer desde la óptica del médico y una muy diferente es verlo desde la óptica del paciente.

Pero la vida no me sorprendió solamente con la experiencia de ser un paciente oncológico ya que también me tocó la experiencia de acompañar a seres muy queridos en su propia experiencia con el cáncer.

Ambas circunstancias me hicieron reflexionar muy profundamente acerca de la fragilidad del ser humano y me llevó además a investigar acerca de lo mucho que hay por hacer por parte del paciente cuando está dispuesto a tener su rol protagónico en la recuperación de su salud, y que no está dispuesto a tener una actitud pasiva al dejar su destino solamente en manos del médico tratante.

La biomedicina es magnífica y crece día a día, prueba de ello son los resultados que se obtienen actualmente con el cáncer de mama, donde la cirugías, la radioterapia y la quimioterapia son mucho menos invasivas que en el pasado. Pero el ser humano requiere mucho más que el tratamiento del síntoma o el órgano enfermo.

¿Cree que el futuro de la medicina debe ir en esta dirección?

Absolutamente, y nuestra apuesta es hacia la medicina integrativa institucional que brinde el marco adecuado a este tipo de medicina: Terapia Integrativa nació como un proyecto solidario basado en cuatro pilares fundamentales:

1.- Creímos firmemente que nuestro norte debía ser guiado por lo que nos trasmiten las Instituciones de reconocido prestigio para comenzar nuestro andar con seriedad y paso firme. Por eso es que miramos con especial interés lo que vienen haciendo en este sentido centros médicos de relevancia mundial tales como el MD Anderson Cancer Center, la Mayo Clinic o en Memorial Sloan Kettering de New York, solo por nombrar unos pocos. En España no existe todavía la medicina integrativa como especialidad, por lo tanto, tenemos la responsabilidad de hacer las cosas lo mejor posible desde los comienzos, y en ese sentido es que también nos fijamos muy atentamente en los centros académicos de excelencia y en las guías de las instituciones mundiales autorizadas en salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

2.- Medicina integrativa practicada en Hospitales con equipos multidisciplinares  creando la sinergia necesaria entre la medicina convencional y la medicina complementaria de probada eficacia para ofrecerle al paciente lo mejor que le puede ofertar la medicina moderna. En ese contexto es que trabajamos en dos Hospitales del Grupo San Roque en la Palmas de Gran Canaria Medicina Integrativa en Hospitales San Roque) llevando a cabo todas las prácticas mencionadas en párrafos anteriores. Esperamos que en un futuro cercano sea absolutamente normal ver acupuntores, arteterapeutas, musicoterapeutas, profesores de yoga terapéutico, etc., brindado sus servicios en la mayoría de los hospitales.

3.- El otro pilar muy importante es el que nos da el marco universitario, por tal motivo es que firmamos un convenio de cooperación con la Universidad de Las palmas de Gran Canaria (ULPGC) en noviembre de 2014 (Convenio Terapia Integrativa – U.L.P.G.C.)

4.- Y por último y no menos importante, nuestro objetivo, para darle forma a este proyecto solidario es la creación de una fundación que destine lo recaudado a financiar los tratamientos que propone la medicina integrativa a aquellos que, debido a su limitada situación económica, no tienen acceso a dichos tratamientos.

Aunque el objetivo final por parte de la autoridades sanitarias, al menos desde nuestro punto de vista, sería el hecho de contar con programas de medicina integrativa en todos los hospitales de públicos de España.

¿Dónde está el límite entre lo que realmente «cura» o ayuda a mejorar la salud y el placebo?

Muy buena pregunta, yo creo que deberíamos comenzar por una reflexión y un profundo cambio en lo conceptual: En el antiguo paradigma, basado en una formación puramente biomecánica, centrada en la medicina del síntoma y del órgano enfermo, que no tenía en cuenta la probada relación mente-cuerpo y su impacto en la salud, el “éxito” o el “fracaso” de la medicina solo se medía por alcanzar o no la curación biológica, sin importar demasiado lo que le ocurría al ser humano: quinientos años de dualismo cartesiano no son fáciles de cambiar, de hecho, muchos modelos educativos en medicina siguen esos obsoletos parámetros.

En cambio, hoy en día el acompañamiento del paciente en sus procesos de tratamiento y recuperación, la debida atención del que acompaña, el lograr hábitos de vida saludables que no tenía previos a la enfermedad, cambiar su entorno epigenético, aliviar el dolor, la ansiedad, la náusea, etc. sin fármacos o disminuyendo las dosis de los mismos, la relajación, y, cuando corresponda, el debido acompañamiento en la muerte, son valorados hoy en día como “éxitos” de la medicina moderna.

El efecto placebo y el efecto nocebo confirman, junto con la psiconeuroendocrinoinmunología y las neurociencias, la relación mente-cuerpo y su impacto en nuestra salud.