Un nuevo fármaco inmunoterápico,‘pembrolizumab’, podría cambiar el pronóstico del cáncer de mama triple negativo mestastásico, debido a su eficacia y tolerabilidad.

El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en la mujer española, supone un 29% de todos los cánceres. En España en 2015 se diagnosticaron 27.747 cánceres de mama. Se calcula que 1 de cada 8 mujeres españolas tendrá un cáncer de mama en algún momento de su vida. Aunque la mortalidad por cáncer de mama ha descendido en los últimos años gracias a los programas de cribado y a la mejora de los tratamientos el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en España en las mujeres. En 2012 fallecieron 6075 mujeres por cáncer de mama en España.

Alrededor del 10 al 20% de los casos de cáncer de mama (más de uno cada 10) resultan ser triple negativos, estos tienen el peor pronóstico de todos. De ahí la importancia de un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York (EE.UU.), en el que se confirma la eficacia de ‘pembrolizumab’, fármaco inmunoterápico ya aprobado en otros tipos de cáncer, en el tratamiento de estos tumores de mama triple negativo.

Como explica Sylvia Adams, directora de esta investigación presentada en el marco de la Reunión Anual 2017 de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) que se está celebrando en Chicago (EE.UU.), «nuestro trabajo se aúna al conjunto de conocimientos que podrían ayudar a mejorar el pronóstico de estas pacientes que, a día de hoy, cuentan con muy pocas opciones terapéuticas. Nuestros resultados también sugieren que la inmunoterapia es más beneficiosa cuando se administra de forma precoz, dado que las tasas de respuesta fueron muy superiores cuando se utilizó en primera línea».

Resultados del estudio

Para llevar a cabo el estudio, en el que han tomado parte 17 hospitales de todo el mundo, los autores dividieron a las participantes en dos grupos: un grupo A, en el que se incluyeron 170 pacientes con cáncer de mama triple negativo metastásico –es decir, que ya ha colonizado otros órganos además de la mama– y que, con independencia de la expresión de la proteína PD-L1, ya habían recibido tratamiento intensivo; y un grupo B con 52 pacientes con tumores PD-L1 positivos en los que pembrolizumab se administró como primera línea de tratamiento –es decir, no habían recibido ninguna terapia previa.

En el grupo A, el tratamiento con pembrolizumab indujo una reducción de la menos un 30% de la masa tumoral en ocho pacientes –o lo que es lo mismo, el 5% del total–, lo que conllevó una prolongación de la supervivencia superior a 12 meses. Un tratamiento, asimismo, que logró estabilizar la enfermedad en otras 35 participantes (21%).

Sin embargo, la eficacia de pembrolizumab fue mayor cuando se administró como primera línea de tratamiento. Y es que en el grupo B, este fármaco indujo una reducción de al menos un 30% de la masa del tumor en el 23% de las participantes y estabilizó la enfermedad en el 17%.

Como indica Sylvia Adams, «nuestros resultados sugieren que el tratamiento en monoterapia con pembrolizumab es efectivo en el cáncer de mama triple negativo mestatásico. Además, hemos observado la actividad de pembrolizumab tanto en los tumores PD-L1 positivos como en los negativos, lo cual es muy interesante. En consecuencia, nuestros resultados son ciertamente alentadores, sobre todo en una enfermedad que resulta extremadamente agresiva y que cuenta con limitadas opciones de tratamiento una vez se ha diseminado por el organismo».

Es más; el estudio también confirmó la seguridad de la administración de este fármaco inmunoterápico. De hecho, únicamente un 12% de las pacientes del grupo A y un 8% de las incluidas en el grupo B experimentaron efectos secundarios graves. Además, y si bien siete participantes del grupo A tuvieron que suspender el tratamiento a causa de estos efectos adversos, ninguna paciente del grupo B se vio abocada a abandonar la terapia.

¿Futuro?

A día de hoy, el tratamiento del cáncer de mama triple negativo mestatásico viene constituido por la administración de fármacos quimioterápicos, por lo general asociados a una gran toxicidad y numerosos efectos secundarios. Pero como destaca Sylvia Adams, «contrariamente a como sucede con la quimioterapia, los efectos adversos de pembrolizumab son mucho menos frecuentes y mucho más tolerables».

Entonces, y dado que pembrolizumab ya se encuentra aprobado en el tratamiento de distintos tumores –entre otros, el de pulmón–, ¿puede administrarse ya en las pacientes con cáncer de mama triple negativo? No. Todavía hay que realizar más estudios con un mayor número de participantes. Pero en opinión de los autores, hay razones para ser optimistas.

Como concluye Sylvia Adams, «si bien únicamente un subgrupo de pacientes respondió al fármaco, en estos casos pembrolizumab función extremadamente bien y las respuestas fueron duraderas. Así, y al causar pocos efectos adversos y prolongar la esperanza de vida, pembrolizumab podría ayudar a cambiar el pronóstico del cáncer de mama triple negativo mestastásico».

Fuente: ABC