El ‘Proyecto Desiree’ mejora su estudio y tratamiento y se desarrolla en un consorcio internacional coordinado por el centro vasco Vicomtech-IK4.

El Proyecto Desiree (Decision Support and Information Management System for Breast Cancer) es una iniciativa internacional para la mejora del estudio y tratamiento del cáncer de mama. Un consorcio formado por hospitales, universidades y centros de investigación de referencia de cinco países, bajo la coordinación del centro vasco Vicomtech-IK4, se han aliado para proporcionar un ecosistema de software colaborativo y multidisciplinar que facilite a las Unidades Funcionales de Cáncer de Mama el diagnóstico, tratamiento y seguimiento personalizado de las pacientes.

El objetivo de este proyecto, que entra en su segundo año de desarrollo, se materializará en la creación de una plataforma informática específica, capaz de formalizar el conocimiento de las principales guías clínicas, generar nuevo conocimiento a partir de los datos previos recogidos e interrelacionar datos de una paciente con casos previos ya almacenados.

Según explica Nekane Larburu, investigadora senior de Vicomtech-IK4, las bases de esta plataforma son las guías clínicas de cáncer de mama utilizadas a nivel internacional y local, los datos obtenidos de múltiples pacientes y sus resultados «para dar soporte a los clínicos en la toma de decisiones».

Para ello, el sistema cuenta en primer lugar con un modelo digital de paciente, en el cual se incorporarán los datos relevantes para la toma de decisiones y los procedentes de nuevas fuentes de los cuales se puedan obtener biomarcadores de diagnóstico y de pronóstico. El impacto de nuevas variables y biomarcadores en los tratamientos de las pacientes será estudiado utilizando diferentes herramientas de minería de datos y analítica visual.

En segundo lugar, se utilizan herramientas de análisis de imágenes para caracterizar desde un punto de vista anatómico y funcional el pecho y el tumor, y se están analizando posibles nuevos biomarcadores que permitan caracterizar el tumor y dar un pronóstico frente a diferentes tratamientos.

De esta forma, «no sólo damos soporte a los clínicos, sino también a las pacientes, dado que el aspecto físico tiene un impacto psicológico significativo en el cáncer de mama».

Posteriormente, el conjunto de datos recogidos es procesado y presentado por el sistema en función de criterios clínicos preestablecidos (como, por ejemplo, las analíticas visuales), lo que facilita a los facultativos una visión integral de los posibles tratamientos y líneas de actuación para cada paciente. De esta manera, la introducción de este software aportará las herramientas necesarias para mejorar la coordinación y eficacia de las unidades de cáncer de mama, formadas por equipos multidisciplinares en los que constantemente se cruzan datos e historiales procedentes de ámbitos como la oncología, el diagnóstico por imagen, la radioterapia e incluso el análisis genético.

Novedades 

El proyecto está integrado por diferentes paquetes de trabajo, entre los que se incluye unainnovadora tecnología computacional que simulará la cirugía a realizar en la mama, así como un modelo fisiológico que permitirá predecir el resultado estético de la intervención.

Otra novedad de esta iniciativa es la inclusión de la genética para el diagnóstico y control de la evolución de la enfermedad. Esto ha impulsado la presencia de Sistemas Genómicos -únicos laboratorios especializados en el estudio de ADN y ARN del consorcio- en diferentes grupos de trabajo, enfocados a generar un protocolo de estratificación de pacientes en un alto o bajo riesgo de cáncer de mama hereditario, para realizar recomendaciones durante el diagnóstico y el tratamiento.

Según Rebeca Miñambres, responsable de Proyectos en Sistemas Genómicos, «en el manejo y tratamiento de las pacientes con cáncer de mama, la genética cobra una vital importancia, principalmente en el momento del diagnóstico. Aproximadamente entre el 80 y el 85 por ciento de los cánceres de mama son esporádicos, pero un 15 por ciento de los casos se deben a cánceres de tipo hereditario o familiar que están asociados a una serie de mutaciones en genes específicos y que se transmiten por vía germinal». La determinación de esas mutaciones permite el estudio, y con ello la puesta en marcha, de sistemas de seguimiento y prevención de las familiares de las mujeres afectas que también son portadoras de dichas mutaciones. Por tanto, en estos casos «la estratificación genética de los casos de cáncer hereditario nos permite principalmente prevenir nuevos tumores en las familias con mutaciones específicas».

Fuente: Diario médico