La combinación de virus oncolíticos de inhibidores de puntos de control inmunológicos logra curar hasta el 60-90% de los ratones con cáncer de mama triple negativo.

La inmunoterapia es un tipo de tratamiento en el que se estimula la actividad del sistema inmune del paciente para que combata una enfermedad, caso por ejemplo de un tumor. Un tipo de terapia que, si bien ha demostrado ser muy efectivo frente a diversos tipos de cánceres de la sangre –o ‘enfermedades oncohematológicas’, caso de las leucemias–, no lo ha sido ‘tanto’ en el caso de la inmensa mayoría de tumores sólidos. Por ejemplo, en el del cáncer de mama, por lo general muy resistente a esta inmunoterapia. Sin embargo, es posible que no se haya tenido en cuenta que ‘la unión hace la fuerza’. Es decir, no utilizar una única inmunoterapia, sino dos. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Ottawa (Canadá) muestra cómo la combinación de dos inmunoterapias –virus oncolíticos e inhibidores de ‘checkpoint’ o puntos de control inmunológicos– es capaz de curar hasta el 60-90% de los casos de cáncer de mama triple negativo. O así sucede, cuando menos, en modelos animales –ratones.

Como explica Marie-Claude Bourgeois-Daigneault, directora de esta investigación publicada en la revista «Science Translational Medicine», «es absolutamente impresionante ver que hemos sido capaces de curar el cáncer en la mayoría de nuestros ratones, incluso en modelos que normalmente son muy resistentes a la inmunoterapia. Esperamos que el mismo mecanismo también funcione en los pacientes oncológicos, si bien necesitamos más investigaciones para probar este tipo terapia en humanos».

Un virus oncolítico es aquel virus que, ya sea ‘natural’ o fabricado en el laboratorio, infecta a las células cancerígenas, pero no así a las sanas. Por su parte, los puntos de control inmunológico son aquellas proteínas que, caso de la ‘proteína de muerte celular programada 1’ (PD-1), se encuentran en la superficie de las células y suprimen la actividad de los linfocitos T, ‘apagando’ o bloqueando así la respuesta inmune. De ahí la necesidad de inhibir estos ‘checkpoints’ para que el sistema inmunitario lleve a cabo su trabajo y el cáncer no pueda crecer a sus anchas.

Y llegados a este punto, ¿por qué los autores se centraron en el cáncer de mama triple negativo? Pues porque el tumor de mama más agresivo y más difícil de tratar. No en vano, y dado que este tipo de tumor carece de receptores para estrógenos, progesterona y HER2, no pude ser tratado con terapias hormonales. En consecuencia, los tumores triple negativo, que suponen hasta un 15-20% de todos los casos de cáncer de mama, tienen el peor pronóstico de todos.

En el estudio, los autores utilizaron tres modelos animales –ratones– con cáncer de mama triple negativo metastásico y sometidos a cirugía a los que sometieron a tres tipos de inmunoterapia: inhibidor de puntos de control inmunológicos; un virus oncolótico que, denominado ‘Maraba’, ya se sabe que tiene capacidad de para replicarse dentro de las células cancerígenas y ayuda al sistema inmunitario del animal a reconocer y atacar a los tumores; y la combinación de los inhibidores y el virus.

¿Y qué pasó? Pues que el porcentaje de animales curados con el inhibidor de los ‘checkpoints’ fue totalmente nulo (0%). Y asimismo, que la inmunoterapia con el virus ‘Maraba’ curó a un 20-30% de los animales. Sin embargo, cuando se combinaron ambas inmunoterapias –el virus antes de la cirugía y el inhibidor tras pasar por el quirófano–, la proporción de ratones curados se elevó hasta el 60-90%.

Como indica John Bell, co-autor de la investigación, «nuestro sistema inmune está tratando constantemente de reconocer y matar a las células cancerígenas, pero estas células siempre están intentando esconderse. Cuando infectas una célula cancerígena con un virus, esta enarbola una gran bandera roja, lo que ayuda al sistema inmune a reconocerla y atacarla. Pero en algunos tipos de cáncer, esto no es suficiente. Hemos encontrado que cuando añades un inhibidor de los puntos de control tras el virus se disparan todas las alarmas y el sistema inmune envía a todo su ejército frente al cáncer».

Hace tan solo unos meses se publicó un estudio que confirmó que la combinación de virus oncolíticos y los inhibidores de los puntos de control inmunológicos tiene un gran potencial para el tratamiento del melanoma, pero este es el primer trabajo que muestra que resulta igual de prometedora para el abordaje del cáncer de mama. De hecho, se trata de loa primera investigación en la que se evalúan los virus y los inhibidores en un modelo de cirugía y metástasis, lo que resulta especialmente relevante para los pacientes.

Es más; los autores creen que la combinación de ambas inmunoterapias resultará efectiva no solo en el cáncer de mama triple negativo, sino en otros muchos tumores sólidos.

Como concluye Margaret Cianci, directora de la Alianza para la Terapia Génica en el Cáncer (ACGT), organismo responsable de la financiación de este estudio, «hace mucho tiempo que creemos que la cura para el cáncer se encuentra en los genes. El uso de herramientas como los virus y los inhibidores de los puntos de control para activar el sistema inmune y promover una respuesta celular frente al cáncer es increíblemente prometedor».

Fuente: ABC